En esta intervención, se propuso a los participantes trabajar a partir de tres obras de arte que funcionan conjuntamente, tres retratos de mujeres de tres autores diferentes, cada uno con una técnica y características estéticas distintas. La acción consistió en realizar retratos en hojas de papel pequeñas, siguiendo la estética de cada artista. Posteriormente tenían que pegar su dibujo en la pared junto a cada una de las obras principales creando así una obra a gran escala que reflejaba las características principales de cada obra y a la vez enseñaba las peculiaridades de cada uno de los dibujos de los visitantes. El conjunto revela tres apuestas artísticas muy diferentes para representar a la mujer.
En el primero de Ramos, los participantes siguen la estética del PopArt, en el que el uso de colores fuertes y variados nos recuerda al lenguaje de la publicidad, empleando como material para dibujar rotuladores de colores. Para la obra de Saura, la presencia de líneas y colores superpuestos que crean una figura abstracta es la nota dominante. Finalmente, con el Munch, y en contraste con las otras dos obras mucho más coloridas, tan sólo se usa el negro para imitar la técnica del autor, con sombreados y trazos largos, mediante lápices de grafito, o rotuladores y bolígrafos negros.