La fotografía de Juan Muñoz, nos lleva al espacio natural de un bosque. Es mediante el uso de hojas caídas que se ha querido realizar esta acción para hacer referencia al espacio presente en la fotografía.

Los participantes realizaron dibujos a partir de las hojas caídas, moviéndolas y arrastrándolas por el suelo que servía de espacio compositivo. De esta manera se crearon colaborativamente formas orgánicas que jugaban a su vez con los espacios vacíos del suelo.

Los visitantes se podían asemejar a la figura humana creada por Muñoz como péndulos colgados en los árboles, siendo ellos esculturas dinámicas, ya que se desplazaban por la sala mientras que creaban nuevas imágenes.

Continuando con la narrativa de Muñoz, en esta intervención se rompe con los límites de la escultura tradicional, invitando al espectador a relacionarse con ella, a jugar y a crear nuevas imágenes.

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