A partir de este grabado representando un insecto de líneas finas y geométricas, se propuso la creación de nuevos animales que se expandieron en la pared y en el suelo del museo mediante líneas recortadas en cinta negra de vinilo. La acumulación de trazos conformó un compendio de insectos en base a la estética inicial propuesta por el artista. Esta acción se desarrolla de manera colaborativa sobre un fondo blanco, al igual que en el cuadro, donde destacan los dibujos realizados con pegatinas. La creación colectiva crece en base a la obra logrando abarcar un espacio amplio donde la acumulación de figuras crea la representación final.

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