Esta intervención artístico-educativa surge a partir de la obra «Sin título», (1970) de Joan Brossa. En la obra se puede ver un esquema visual construido a partir de un rectángulo dividido en dos partes con el que el artista establece un juego metafórico entre forma y lenguaje, a través de las palabras: «Fotografía, de frente y de perfil».

Se trata de una obra artística donde lo conceptual tiene una importancia predominante sobre la forma. El artista genera una forma vacía para cada concepto estableciendo un juego semántico entre significante y significado.

El objetivo de esta propuesta artística consistió en generar un espacio donde el espectador interviene y experimenta la instalación con su propio cuerpo. Para ello, en el espacio estaban dispuestos varios dispositivos digitales de webcam. Se invitaba al visitante a manipular las cámaras enfocando partes de su propio cuerpo que eran proyectadas dentro de los marcos que conforman la instalación.

Se trabajan conceptos como: la fragmentación del cuerpo, la relación entre significante y significado, la autorepresentación y lo efímero de la imagen en la actualidad… El resultado final de esta propuesta es: una obra artística interactiva de video mapping en formato de instalación.

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